Qué es el Akasha (Explicación de su significado)

Akasha es una palabra sánscrita que se refiere a la materia base contenida en todas las cosas.

El significado literal es "espacio" o "cielo" y el sinónimo occidental más próximo es Éter y también se ha relacionado con el Paganismo moderno quinto elemento, Espíritu o éter.

Posteriormente, en los círculos esotéricos el término Akasha se correlacionó con el concepto de Éter y asumió sus atributos elementales.

A esto se añade también la interpretación de Rudolf Steiner, quien en sus Crónicas del Akasha habla de la Biblioteca Akáshica, que contiene todo el conocimiento del mundo y los relatos de la historia de Lemuria y Atlántida.

Hoy en día, hablamos de Akasha como una dimensión con una frecuencia vibratoria muy alta, donde reinan el Amor Universal, el Conocimiento y la Unidad.

En esta dimensión, las Criaturas de Luz moran como Guías y Maestros de varios tipos, como los Maestros Ascendidos y los Maestros del Akasha. También hay otros Maestros que en cambio llegan a este plano para entregar los mensajes que deben llegar a Gaia (AKA planeta Tierra).

¿Qué son los Anales Akáshicos?

Gracias a la Sociedad Teosófica de Nueva York, a partir de 1875, resurgió el debate sobre el akasha.

Madame Blavatsky, Rudolf Steiner y Edgard Cayce utilizan frases como Crónica Akáshica, Memoria Akáshica, Registros Akáshicos, Anales Akáshicos y Documentos Akáshicos. en sus obras para indicar la "Colección" de información contenida en estas "carpetas" vibrantes y llenas de energía.

Con el tiempo, estos términos se hicieron comunes e intercambiables.

¿Qué es el éter?

El éter es el 5º elemento. Es impalpable pero perceptible a través del extrasentido. Es energía pura y se distingue de la materia, que es sólida y tangible.

Una experiencia akáshica no se puede "demostrar científicamente", pero es algo que pasa por el Chakra del Corazón y se experimenta a través del extrasentido.

Los que tienen el don de la clarividencia pueden ver las interminables estanterías y libros de los que hablan Rudolf Steiner y otros. Aquellos que perciben el akasha a menudo sienten escalofríos y emociones intensificadas. Los clarividentes pueden sentir la información del akasha antes de que llegue y los que tienen el don de la clarividencia empiezan a saber cosas sin tener ni idea de cómo llegan a saberlas.

Los Registros Akáshicos o Libros de la Vida son una base de datos en la que todo está presente. Es una especie de Google interdimensional donde se encuentra todo el conocimiento humano y universal. Cada persona, criatura, animal, ser de luz, estrella, planeta, flor, planta y concepto tiene su propio libro akáshico. Para acceder al Registro Akáshico de otra persona, debes tener su consentimiento, de lo contrario el libro aparecerá en blanco o no podrás percibirlo.

En estos casos, la forma correcta y ética de actuar es preguntar a su Registro. Por ejemplo, puede preguntar: ¿Qué puedo saber sobre mi relación con [nombre]?

¿Qué es el Akasha? Los Orígenes

La historia del akasha comienza con los antiguos griegos, para quienes era el elemento cristalino con el que estaba hecho el universo. Platón sostenía que el tenía la forma de un dodecaedro, un sólido regular compuesto de doce caras, cuyo número de lados se correspondía con los doce signos del zodíaco.

Aristóteles, en cambio, adoptó una visión sistemática del mismo, que siguió prevaleciendo en Occidente. Sostenía que el éter constituía la esencia del mundo celeste, distinguiéndolo así de los cuatro elementos que, según él, componían el mundo terrestre. Aristóteles también creía que el éter era eterno, inmutable, ingrávido y transparente; y, precisamente por la eternidad y la naturaleza estática del éter, el cosmos era un lugar inmutable en comparación con la Tierra, que es un lugar de cambio continuo.

Aristóteles creía que el Sol y los distintos planetas también estaban hechos de éter, por lo que los consideraba verdaderos seres vivos con alma, que coincidían con los dioses de la mitología griega.

Posteriormente, la naturaleza del éter siguió investigándose en todas las épocas y culturas, entendiéndose como el medio universal que llena el espacio conectándolo todo y devolviéndolo a la unidad primaria. Por su característica de ser una "fuerza vital que conserva la memoria de las formas", o "memoria biológica", el éter fue considerado el elemento constitutivo del Alma del Mundo por los alquimistas que intentaron fabricar la piedra filosofal.

Aunque gracias a los avances de la ciencia se ha descubierto la verdadera estructura del universo, el antiguo concepto del éter sigue entendiéndose como una sustancia que impregna el cosmos. Las teorías de Einstein en las que afirma que el espacio es denso, no vacío, dan la razón a los primeros filósofos griegos.

El Akasha en el mundo esotérico

En el campo del esoterismo, sin embargo, el éter se estudió en la teosofía y se identificó con los conceptos orientales de akasha a nivel cósmico y prana a nivel individual.

Profundizando un momento en los detalles del hinduismo, cabe señalar que el término akasha se utiliza en esta cultura para indicar la esencia básica de todas las cosas del mundo material, el elemento más pequeño creado por el mundo astral. Akasha es, por tanto, uno de los cinco grandes elementos, cuya característica principal es el sonido. La cualidad del éter es la capacidad de hacer que existan cosas en su interior. Así fue como, a finales del siglo XIX, el término indio se identificó con el concepto análogo de éter de la filosofía occidental.

Una interpretación diferente y mucho más articulada aparece en los trabajos de Rudolf Steiner, para quien el akasha, en virtud de su capacidad para contener y conectar todos los acontecimientos del espacio y del tiempo, representa una especie de biblioteca universal que reúne todo el conocimiento del mundo, a la que denomina "Crónica Akáshica".

Después de crear esta premisa, no hace falta decir que el Espíritu o éter o akasha lo convierte en el elemento más misterioso y extraordinario de los 5. El quinto elemento es la fusión y transformación de los otros 4 elementos. En el akasha, por tanto, todos los elementos encuentran dimensión, y como tal hay una pequeña parte de akasha en cada elemento. Incluso dentro de nosotros existe esa particular chispa de espíritu que nos permite existir.

Cuando llega el momento de nuestra muerte, la chispa del akasha vuelve a la unidad. El espíritu es el corazón de una Bruja. Este elemento se manifiesta con cualquier imagen que tu mente quiera darle. Te representa a ti y al poder que eres capaz de dirigir hacia tu objetivo mágico.

Principales coincidencias para akasha

• Rige: el camino, la magia, la espiritualidad, la evolución.
• Colores: todos los colores del espectro, especialmente el violeta.
• Dirección: el centro, el interior y el exterior, lo de arriba y lo de abajo
• Signos del zodiaco: ninguno en particular
• Metales: ninguno en particular
• Piedras: diamante
• Instrumentos: cuerda y segundo caldero
• Plantas y árboles: ninguno en particular
• Animales: ninguno en particular
• Divinidad: todos
• Instrumentos musicales: ninguno en particular; sonido en general
• Elemental: ninguno en particular
• Temporada: ninguna en particular
• Periodo de vida: momento de suspensión tras la muerte y antes del renacimiento
• Órganos: cerebro y glándula pineal
• Sentido: oído
• Planeta: ninguno en particular
• Chakra: sahasrara, el chakra de la coronilla
• Tarot: ninguno en particular
• Runas: ninguna en particular
• Energía: receptiva y proyectiva
• Manifestación: energía pura