El azabache es un tipo de madera fosilizada que se encuentra en todo el mundo.
PRINCIPALES CONCLUSIONES
Esta piedra está estrechamente asociada a la protección y se cree que aleja las energías negativas, por lo que es muy popular en varias tradiciones mágicas, como la Wicca y la Druidería.
El azabache tiene una fuerte energía de enraizamiento, que ayuda a los practicantes a conectar con la energía de la Tierra y fomenta la estabilidad y el equilibrio en sus vidas.
En el ámbito de la curación, el azabache se considera eficaz para aliviar la ansiedad y proporcionar apoyo emocional, y también se utiliza para potenciar las capacidades psíquicas en las prácticas adivinatorias.
A la hora de cuidar el azabache, debe limpiarse periódicamente con agua corriente para mantener sus propiedades de limpieza energética y evitar que absorba negatividad.
Historia y folclore
Los antiguos griegos llevaban azabache para honrar Cibeles.
El azabache era popular como joya de luto en la época victoriana. La reina Victoria lo llevó cuando estaba de luto por la muerte del príncipe Alberto.
Desde que los vikingos zarparon por primera vez, las esposas han llevado azabaches para proteger a sus maridos.
Asociaciones
- Ángel: Cassiel
- Dioses/Diosas: Pan, Cibeles
- Chakra: Raíz
- Elemento: Tierra, Akasha
- Signo astrológico: Capricornio
- Planeta: Saturno;
- Sabbat: Samhain
- Tarot: Diablo.
Tradiciones
El azabache se considera muy protector. Colocar un trozo de azabache frente a la puerta exterior de tu casa o negocio mantendrá alejadas las energías negativas.
Se dice que la quema de azabache destierra fantasmas, demonios y... espíritus.
Jet se sitúa tradicionalmente en plata.
Usos curativos y mágicos
Cuerpo: Alivia el dolor. Reduce la hinchazón y la inflamación.
Mente: Protege contra la ansiedad. Alivia la tristeza y el miedo. Equilibra los cambios de humor.
Magia: Protege contra los vampiros psíquicos. Protege contra la violencia. Protege contra las pesadillas. Puede utilizarse para abrir una puerta a otras dimensiones.
Cuidado y limpieza
Sufumigar a menudo a limpiar o utiliza un cuenco tibetano. Entiérralo en la tierra para recargarte.
No lo regales una vez lo hayas llevado, ya que se dice que absorbe parte del alma de su dueño.