Una infusión es agua o aceite en el que se han remojado plantas para que el menstruo se impregne de las bondades de las plantas.
La mayoría de las veces, el líquido está caliente o hirviendo cuando se vierte sobre las hierbas. A continuación, se dejan reposar hasta que adquieren la intensidad de sabor deseada.
Las infusiones de agua suelen denominarse té o tisana.
PRINCIPALES CONCLUSIONES
Las infusiones consisten en remojar hierbas, flores o frutas en agua caliente para extraer sus sabores y propiedades medicinales.
Las infusiones de hierbas utilizan hierbas medicinales como la manzanilla y la menta, mientras que las infusiones de frutas emplean frutas frescas o secas para aportar dulzor y sabor naturales.
Para preparar una infusión, remojar los ingredientes en agua recién hervida durante 5-10 minutos, ajustando el tiempo de remojo a la potencia deseada.
Experimente con distintas combinaciones para crear perfiles de sabor únicos y disfrute de los beneficios nutritivos de las infusiones de hierbas y frutas.
Contenido
La infusión en la historia
A lo largo de la historia, civilizaciones como la romana, la egipcia y la asiática dominaron los remedios herbales, en particular las infusiones, por su sencillez y eficacia.
Los monjes de la Edad Media perfeccionaron estas prácticas, transmitiéndolas de generación en generación.
Hoy en día, las infusiones siguen siendo populares por sus diversos beneficios, desde facilitar la digestión hasta promover el bienestar.
Tanto si se disfrutan calientes como frías, ofrecen una refrescante alternativa al agua y pueden incorporarse fácilmente a cualquier estilo de vida, durante todo el año.
Beneficios de la infusión
Las infusiones, especialmente cuando están bien preparadas, tienen diversas propiedades y pueden ser útiles en varios aspectos. En particular, las infusiones pueden ser:
- Sedantes, y por ejemplo ayudan a superar el estrés, la ansiedad y la tensión. Y a dormir mejor.
- Antiespasmódicos, cuando hay contracciones musculares no normales.
- Antiinflamatorios, como en los casos clásicos de gripe o tos.
- Antioxidantes, en el caso de las infusiones que pueden ayudar a reducir el colesterol
Plantas más utilizadas para hacer infusiones
Entre las plantas más utilizadas se encuentran:
- El té. La bebida más bebida del mundo, estimulante y antioxidante, un elixir de bienestar que debe consumirse a diario. En nuestra tienda encontrará varios tipos de té de gran calidad.
- Manzanilla, tilo, caléndula, azahar. Son útiles para conciliar el descanso natural gracias a sus conocidas propiedades calmantes;
- El hinojo, la menta y el regaliz se consideran útiles para estimular la digestión.
- La hierba tulsi es una planta muy poderosa, es antiestrés y útil para tratar muchas enfermedades.
- Toronjil, verbena, diente de león, plantas con apreciadas propiedades depurativas y drenantes.
- El hibisco (karkadè) y el Rooibos tienen reconocidas propiedades antioxidantes.
Cómo preparar una infusión?
Se prepara mediante infusión, es decir, vertiendo un líquido (en este caso concreto agua) sobre los fragmentos vegetales más delicados de las plantas (flores y hojas), pero también de los frutos, que luego deben filtrarse.
Las plantas utilizadas en la infusión, que pueden ser más de una y un máximo de cinco, deben trocearse y finalmente retirarse del agua. Inmediatamente después de la infusión se puede beber, pero si se desea también se puede guardar en un recipiente con tapa durante un día como máximo. No más porque, de lo contrario, los principios activos se evaporan.
¿Qué plantas se utilizan en las infusiones? Depende, pero a menudo menta, melisa, saúco, tomillo, verbena.
Los tiempos de preparación pueden variar en función de los fines. Si queremos obtener una infusión aromática, basta con sumergir las plantas en agua durante 5 minutos. Sin embargo, si queremos una infusión terapéutica tendremos que esperar al menos veinte minutos.
En cuanto a la dosis de ingredientes a utilizar, suele oscilar entre 15 (ingredientes secos) y 35 gramos (ingredientes frescos) por taza.
Las hierbas y frutas picadas pueden adquirirse en herboristerías o, preferiblemente, en tiendas de alimentación ecológica. Lo ideal es comprar hierbas sueltas de primera calidad y utilizarlas para preparar la infusión según el método descrito. Como alternativa, se pueden preparar infusiones frías utilizando frutas y hojas frescas.
Consejos | Descripción |
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Selección de hierbas | Elija hierbas, flores, raíces u hojas de alta calidad para sus infusiones. Seleccione ingredientes que se ajusten a su finalidad, ya sea la relajación, la energía, la digestión o la inmunidad. Utiliza hierbas frescas o secas, según la disponibilidad y las preferencias personales, y experimenta con distintas combinaciones para crear sabores y efectos terapéuticos únicos. |
Preparación | Prepare las hierbas lavándolas bien para eliminar cualquier resto de suciedad o impurezas. Si se utilizan hierbas frescas, trocéelas o macháquelas para que liberen sus aceites esenciales y realcen su sabor y aroma. Si utiliza hierbas secas, tritúrelas para aumentar su superficie y extraer sus propiedades medicinales con mayor eficacia. |
Método de remojo | Calentar el agua justo por debajo del punto de ebullición y verterla sobre las hierbas preparadas en un recipiente resistente al calor o en una tetera. Cubra el recipiente con una tapa o un paño para atrapar el vapor y deje reposar las hierbas de 5 a 10 minutos, en función de la intensidad y el sabor deseados para la infusión. Cuela el líquido con un colador de malla fina, una estopilla o un colador de té para eliminar el material vegetal sólido, y desecha o compostar las hierbas usadas. |
Mejora del sabor | Mejore el sabor y los beneficios terapéuticos de sus infusiones añadiendo ingredientes adicionales como edulcorantes, especias o cáscaras de cítricos. La miel, el jarabe de arce o la estevia pueden utilizarse para endulzar las infusiones, mientras que la canela, el jengibre o el clavo pueden añadir calidez y profundidad al perfil de sabor. Experimente con distintas combinaciones para crear sus propias mezclas y adaptarse a los gustos y preferencias individuales. |
Infusiones de frutas
En las herboristerías es posible comprar frutos secos de varios tipos para preparar sus infusiones calientes favoritas. Pero estas últimas también pueden prepararse con fruta fresca.
Una excelente combinación la representan la naranja, el jengibre y el limón (cortados en rodajas), que deben dejarse en infusión en agua fría durante varias horas, en el frigorífico.
Las frambuesas y los arándanos también son excelentes para infusiones frescas o calientes (en este último caso es mejor utilizar los secos).
Y para los amantes de los sabores particulares, prueba con frambuesas y hojas de menta, vertiendo agua fría sobre ellas y dejándolas reposar unas horas en la nevera.
¿Cómo prepararlo?
Si no, puedes comprar infusiones de frutos secos en herboristerías, prepararlas según el procedimiento habitual con agua hirviendo y dejarlas enfriar antes de consumirlas.
Sin embargo, procure beberlos en el día siguiente a su preparación si quiere beneficiarse también de sus propiedades, que varían en función de las frutas utilizadas.
Consejos | Descripción |
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Selección de frutas | Elija para sus infusiones frutas maduras de temporada, frescas, sabrosas y sin manchas ni magulladuras. Las bayas, los cítricos, las frutas con hueso y las frutas tropicales son excelentes opciones para infusionar agua o té con dulzor natural y sabor refrescante. Lave bien las frutas bajo el grifo de agua fría para eliminar cualquier resto de suciedad, pesticidas o cera antes de utilizarlas en su infusión. |
Preparación | Prepare las frutas cortándolas en rodajas, troceándolas o aplastándolas para liberar sus jugos y sabores. Retire los huesos, semillas o tallos de las frutas, ya que pueden dar amargor o sabores extraños a la infusión. Puede dejar la piel de la fruta para añadir color y textura, o pelarla si lo desea. |
Método de remojo | Añade las frutas preparadas a una jarra o un tarro y cúbrelas con agua fría o caliente, según prefieras una infusión fría o caliente. Deja reposar las frutas en el agua durante al menos 1-2 horas a temperatura ambiente o en el frigorífico, o calienta la mezcla suavemente en el fuego para obtener una infusión caliente. Cuela el líquido con un colador de malla fina o una estopilla para eliminar los sólidos de la fruta y transfiere el líquido infusionado a vasos o botellas para servir. |
Variaciones creativas | Aporte creatividad a sus infusiones de frutas añadiendo hierbas, especias o productos botánicos para realzar el sabor y el aroma de la bebida. La menta, la albahaca, el romero o el tomillo pueden complementar los cítricos y las bayas, mientras que la canela, el clavo o el cardamomo combinan bien con las frutas de hueso y tropicales. Experimente con distintas combinaciones y proporciones para crear refrescantes y deliciosas bebidas con infusión de frutas que atraigan su paladar y nutran su organismo. |
Consejos para unas buenas infusiones
- Para preparar una buena infusión hay que centrarse primero en el fármaco: debe ser de gran calidad y estar reducido a trozos pequeños para facilitar la penetración íntima del disolvente.
- Se vierte el agua previamente llevada a ebullición sobre la fuente vegetal. Se procede a una mezcla rápida y se deja reposar durante un tiempo que varía de 5 a 20 minutos según el tipo (el tiempo de infusión de cada producto se indica en la descripción del mismo).
- Al preparar una infusión es muy importante utilizar un recipiente muy limpio, de material inerte (generalmente vidrio o terracota, no aluminio) y provisto de tapa (para evitar la pérdida de las sustancias más volátiles).
- Una vez transcurrido el tiempo de infusión, se filtra y se sirve. Se puede consumir caliente, pero también fría, esto depende de los gustos personales de cada uno.
- Una vez preparada, la infusión debe consumirse en las horas siguientes.
- Conservar la infusión en el frigorífico durante un máximo de 24 horas.
Conclusión
Juega con las infusiones utilizando hierbas y frutas con propiedades capaces de hacerte sentir mejor tanto en tu cuerpo como en tu espíritu.