La palabra mago deriva del inglés medio wys o "sabio" y denota un filósofo o sabio o "Uno que sabe".
El uso de la palabra mago para designar a alguien que domina las ciencias ocultas surgió durante el siglo XVI, cuando la filosofía se entrelazó con la magia.
En el uso moderno, la palabra mago se refiere a alguien que es excelente en su campo.
Algunos usuarios masculinos de la magia se identifican como magos, al igual que algunos programadores informáticos, cocineros y artesanos de todo tipo.