
Los entrenamientos cuerpo-mente están de moda.
Pero las sociedades orientales llevan mucho tiempo comprendiendo la conexión entre la mente y el cuerpo. El tai chi, el yoga, la danza del vientre y diversas artes marciales incorporan elementos espirituales al acondicionamiento físico.
Haz que tu entrenamiento cumpla una doble función como momento sagrado para reconectar tu conciencia espiritual superior con tu cuerpo físico.
1. Llévalo fuera. El simple hecho de trasladar tu esterilla de yoga al exterior transforma enormemente tu práctica. Ahora que se avecinan días más cálidos, aprovéchalos.
2. Utiliza música relajante. Mientras que muchas personas piensan que la música rápida y acelerada les da energía durante los entrenamientos, la música relajante en realidad ayuda a que las posturas y los movimientos difíciles sean más fáciles y menos agotadores al sintonizar con tus pensamientos internos.
3. Recuerda que los movimientos lentos y controlados son buenos para la mente y el cuerpo. Los entrenamientos mente/cuerpo tienden a utilizar un control muscular lento y preciso para acondicionar el cuerpo. La postura del guerrero puede parecer fácil para el observador casual, pero pídele que la mantenga durante cinco minutos seguidos y verá lo difícil que es. La concentración necesaria para lograr y mantener estas posturas ayuda a la meditación, el autocontrol y la conexión sagrada entre la mente y el cuerpo.
4. Utiliza tus entrenamientos para "desatar" bloqueos mentales. Si te sientes tenso, frustrado o ansioso, utiliza tu entrenamiento cuerpo/mente para trabajar estos sentimientos. Tendemos a animarnos a "dejarnos llevar" u olvidarnos de nuestros problemas mientras hacemos ejercicio, pero puede ser igual de útil centrarse en aliviarlos y curarlos.
5. 5. ¡Sé creativo! Intenta personalizar tu propio entrenamiento o inventa una nueva fusión. Los entrenamientos más populares, como el barre o la zumba, no son más que formas creativas de integrar distintas disciplinas. Tal vez se te ocurra una forma interesante de integrar el yoga con una disciplina de artes marciales que conozcas, inténtalo y mantén las cosas interesantes.
6. Haz de tu espacio de entrenamiento un templo. Prueba a utilizar un quemador de aceite para difundir aceites esenciales energizantes, como el de naranja y limón, o enciende velas para fomentar un estado de paz mental.
7. No te limites a estirar: "escucha" a tu cuerpo. Observa las zonas de tensión, los dolores y las molestias de los que no eres consciente cuando estás distraído con tus actividades cotidianas. Escucha a tu cuerpo; probablemente tenga algo que decirte que quizá no estés oyendo.
8. Intenta una sencilla sesión de meditación después del enfriamiento. Enraizarse y centrarse es una buena forma de volver a la vida cotidiana.
9. En lugar de ducharte después de entrenar, date un baño a la luz de las velas. Saca los aceites esenciales y frótate los músculos con un exfoliante de sal. Tómate tu tiempo para tratar tu cuerpo como el templo que es.
10. Haga del masaje una parte habitual de su programa de ejercicio físico. Puede que pienses que no puedes permitirte un masaje regular, pero muchos centros comerciales ofrecen masajes de $1 por minuto, Groupon tiene ofertas especiales todo el tiempo y la mayoría de los gimnasios tienen sillones de masaje automatizados a bajo o ningún coste para los miembros. Si no hay nada más, ¡intercambia masajes con alguien que te quiera! Es una actividad estupenda para estrechar lazos. El masaje es una oportunidad fantástica para concentrarte por completo en tu cuerpo mientras otra persona dirige tu atención a zonas que a menudo ignoras.